Te esperé. Ansiaba el milagro. Un mensaje la noche anterior. Un mensaje a lo largo del día. Una señal al anochecer. Y dieron las 12. No hubo ni calabazas. Esperé a que se materializara durante la semana. No lo olvidas, sé que no es despiste simplemente no sabes qué decir. Pero ya han pasado dos meses y aún no he recibido ni un mensaje de esos típicos de : "más vale tarde que nunca". Y me dispuse a ponerle fin yo misma, a entender que tu ausencia es real y no casual. Perdí el tren y hay que aceptar que el billete está caduco. Así que me fui andando. El camino será largo pero hay que comenzarlo. Puede que tengas razón. Esto no ha sido nada más que un espejismo. No habría salido bien. Eres un ser social y yo demasiado selectiva. Eres muy natural y yo un poco intransigente y maniática. Eres muy sano mentalmente y yo excesivamente crítica.  Y busco en mi mente "peros" que me ayuden a dejar atrás. A no pensarte como cada día. A salir sin miedo a la calle y moverme libremente sin estar en tensión porque no quiero encontrarte. Me reí mucho cuando me confesaste que sentías miedo de encontrarte conmigo. Hay noches que he salido solo para poder tener esa posibilidad. Ahora intento mantener mi círculo de seguridad bien sujeto. Evito exponerme demasiado para que no haya ni la más remota posibilidad de que eso ocurra. Y salgo y me socializo en ocasiones, pero me aseguro que sea en días en los que puedas estar muy ocupado. No te he bloqueado para evitar la duda con la desconexion. Por motivos laborales no he desaparecido de mis redes sociales, pero he cambiado mi actividad en la más impopular por la ausencia total en la popular. Ya no quiero que me veas. Ni quiero verte. No puedo odiarte tampoco. Ni entiendo porqué sigues significando tanto por tan poco. Sin embargo, me parece bonito. Me parece bonito que a pesar de mi decepción y mi decisión, prevalezca un sentimiento tan mágico; que a pesar del dolor, tu recuerdo me proporciona un intenso sentimiento de amor; que mi alma se llene si recuerdo que un día hablamos tan claro que supe que me amabas y que eso no cambiaría nunca. Es bonito. Ya no te sueño, ni me despiertas por las noches, y voy dejando atrás la idea inexplicable de mi alma gemela. O de mi lazito rojo. Voy aceptando tu marcha y cambiando mi paso en el camino. No quiero que nadie me acompañe. Quiero caminar sola. Disfrutar de mí. Conocerme. Y escribirte cada vez que te añore como hago ahora. Sola y libre. Contigo en mí y libre de ti.

Comentarios

Entradas populares